Las áreas de desarrollo que se estimulan a través de nuestros juegos son muchas y diversas. Enumeramos las más destacadas para nosotras.
1. Motricidad gruesa: Coordinación física, activando un gran conjunto de músculos, adquiriendo más agilidad, velocidad y fuerza en nuestros movimientos. Nuestros juegos permiten satisfacer necesidades internas muy primarias, escalar, sostener el propio peso, mantener el equilibrio, colgarse cabeza abajo. La educación física exige coordinación de movimientos, exige aprender a secuenciar los movimientos. Cuando hacemos cualquier actividad física secuenciamos los movimientos. La parte del cerebro que aprende a secuenciar es exactamente la misma que después nos permite secuenciar cualquier actividad de nuestra vida.
2. Creatividad e Imaginación: Nuestros juegos abren un abanico de posibilidades a la hora del juego libre y sin límites. Crear mundos mágicos, inventar historias, planificar nuevos juegos, idear instalaciones, haciendo del juego una verdadera aventura.
3. Expresión Artística: Es una manera de manifestar sentimientos, conocimientos y experiencias a través de diversas técnicas. Cuando las niñas o los niños se enfrentan a una superficie en blanco y comienzan a crear, siempre están pensando en algo. El dibujo, el teatro, el baile, permiten a las infancias expresar sus emociones, su imaginación, su personalidad.